Habría que sembrar girasoles, poema de Francisco Ruiz, dedicado al dramático pintor posimpresionista , el holandés Vincent Van Gogh, quien se pegó un tiro en el pecho a los 37 años, dejando en sus últimos tres años un vasta producción, entre ellas su serie de los girasoles, una de ellas subastada en 40 millones de dólares, aproximadamente.
La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura universal.
Es a este pintor, que el joven poeta nicaragüense, tambien fallecido trágicamente, Francisco Ruiz Udiel, le dedica el poema Hay que sembrar girasoles, texto recientemente celebrado por sus amigos poetas, quienes se dieron a la tarea de organizar la presentación póstuma de su poemario Memorias del agua.
Dicho segundo libro fue presentado este pasado 3 de febrero, en el patio del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, a donde asistieron desde tempranas horas, sus amigos poetas y organizadores del evento, como Ulises Juárez; Israel Lewites, que proyectó una mezcla de videos-Poesía e imagen-, el cantautor Moisés Gadea; y los poetas Ulises Huete, Madeline Mendieta, José Adiák Montoya, Victor Ruiz, Mario Martz, entre otros.
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