domingo, 2 de enero de 2011

La poesía, un ejercicio para pocos

La prosa y la poesía discurren por caminos muy distintos en lo que respecta al mercado; Mientras que la narrativa intenta llegar a todos los lectores, el género lírico está dirigido a un público mucho más especializado,  incluso  Octavio Paz decía que en el fondo la poesía es una práctica que funciona como una sociedad secreta, es decir, unos poetas se leen a otros, porque aunque México tiene una producción riquísima textos, siempre ha tenido un número limitado de lectores.

“La única limitación de la poesía es que hay muy pocos lectores, pero creo que es un género bastante permeable a la realidad de nuestro tiempo y a las mutaciones sociales”, explica el poeta jalisciense Jorge Souza Jauffred sobre la situación del género literario.

En Jalisco, Ciudad de México, Tijuana, Monterrey, Nayarit, Estados Unidos, China, Alemania, España y “en cualquier parte del mundo el poeta, el que hace poesía sabe que su trabajo no repercutirá en las masas. No es una situación particular de un país, Estado, ciudad o región, sino que siempre la poesía ha sido de minorías”, agrega el también titular de Literatura de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco.

Quien escribe poesía lo hace desde un principio, “interiorizando que no se trata de un arte masivo, consciente o inconscientemente”, señala Luis Vicente de Aguinaga, poeta tapatío, con más de 20 años de trayectoria. Como sí podrían serlo el cine o la música popular. “El éxito editorial y la novela van de la mano, así viene dado desde los inicios de la literatura”.

Sin embargo, Luis Vicente descarta que se trate de un ejercicio que realicen “los elegidos” o “alguna élite”, “simplemente no es para muchos. Es como cuando se te antoja cocinar; uno prepara un platillo para un par de amigos, para unos cuantos, no invitas a todo mundo. Porque la poesía al igual que la cocina, tiene un proceso ceremonial”.

No se trata tampoco de que los tirajes editoriales del género lírico  sean pocos, aunque tampoco alcanzan el volumen de la narrativa. “Son tirajes diferentes, pero nadie puede lanzarse de manera suicida a hacer grandes tiradas de poesía porque las evidencias nos dicen que no hay tantos lectores como quisiéramos”, afirma Souza Jauffred. Por ello, señala que cualquier iniciativa o estrategia destinada a difundir la poesía será bienvenida. “Me gustaría que se leyera más poesía en el autobús, en un café, en un bar. Es más complicado leer un capítulo de una novela que un poema. Por eso, a veces creo que la poesía es un género portátil, creo que para este tiempo de prisas es la mejor lectura, como los microrrelatos”.
http://www.informador.com.mx/cultura/2011/260661/6/la-poesia-un-ejercicio-para-pocos.htm

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